lunes, 5 de julio de 2010

La lejana guerra


En los últimos meses dos estrenos, uno televisivo y otro cinematográfico, han tratado el conflicto bélico que asoló el Lejano Oriente desde la década de los años treinta hasta 1945. El primero de estos ha sido la miniserie “The Pacific”, producida por Steven Spielberg y Tom Hanks. Se trata de una serie coral, de un auténtico puzzle que intenta mostrar los sufrimientos de los soldados que lucharon el frente del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. A este escenario de la guerra se le ha prestado menos atención que al europeo y por tanto, se ha estudiado menos al régimen militarista japonés que al de Hitler. Esta falta de atención se destila también al ver “The Pacific”. Las prioridades militares y logísticas de los aliados estaban con el teatro de operaciones europeo y no con el del Pacífico. Así, el Ejército y la Marina de los EE.UU sufrieron recortes en los suministros de materiales y de hombres muchas veces durante la guerra porque sus dirigentes tenían como prioridad acabar con los nazis antes que con los japoneses.

Por otro lado, se estrenó hace unos meses “Ciudad de Vida y Muerte”, una película china que narra la llamada “Matanza de Nanking”, ocurrida en 1937. En ese año el ejército imperial japonés tomó esta ciudad, que ejercía de capital de China, dentro de su campaña de conquista del país iniciada años antes. Los crímenes de guerra fueron de tal calibre que se estima que los militares japoneses asesinaron a 200.000 civiles. Según Alan Schom en su libro “La Guerra del Pacífico” Ed. Paidós (2005) “los soldados japoneses mataron a 12.000 niños y hombres en edad militar durante sus practicas “en vivo” con bayonetas, con el conocimiento de sus superiores que observaban el espectáculo”.

El film, que ganó la Concha de Oro del pasado festival de cine de San Sebastián, adopta un punto de vista coral para mostrar las vivencias y desgracias de los militares chinos que defendieron la ciudad, de los civiles, así como el de los invasores japoneses. El resultado es una película dura que rompe un tópico: que los soldados japoneses se comportaron de manera bárbaros y que fueron inmunes al sufrimiento ajeno. Estos dos ejemplos han hecho que se vuelva a hablar de un conflicto que nos queda lejano pero que fue de una importancia capital. Hay que pensar que Hiroshima y Nagasaki fueron arrasadas por sendas bombas atómicas. Fue el último acto de la Segunda Guerra Mundial y el primero de la Guerra Fría.