Cada uno de noviembre se produce
en la ciudad francesa de Cherburgo, en la región de Normandía, un curioso
homenaje. Las autoridades civiles y militares rinden honores a los marinos
desparecidos de los buques norteamericanos Alabama y Kearsarge. Hasta
aquí no hay nada raro. Los EE.UU han participado en dos guerras mundiales que
se han desarrollado, en parte, en Francia. Pero lo extraño del tema es que los
barcos se hundieron el 19 de junio de 1864, en plena guerra civil norteamericana.
La guerra de Secesión enfrentó
desde 1861 a 1865 a 23 estados de la Unión contra siete de la Confederación.
Durante cuatro largos años el Norte luchó contra el Sur en el conflicto más
sangriento del siglo XIX, a excepción de las guerras napoleónicas. Murieron más
de 600.000 soldados y cerca de 400.000 fueron heridos o mutilados.
La guerra se produjo en
territorio norteamericano pero también lejos de las fronteras de ese país. Por
ejemplo, cerca de las costas europeas. El 11 de junio de 1864 el buque sudista Alabama (en la imagen de la izqda.), construido dos años antes en
los astilleros de Liverpool para la Confederación, llegó al puerto de
Cherburgo. Este hecho no pasó desapercibido a los servicios secretos de la
Unión que rápidamente alertaron a la marina nordista. El barco rebelde había
hundido en dos años a decenas de barcos comerciales que viajaban hacia la Unión
en el Océano Atlántico y en otros mares, convirtiéndose en una pesadilla para
la economía federal.
El gobierno de Lincoln ordeno al barco
de guerra USS Kearsarge, que estaba buscando
al CSS Alabama, que patrullara en las
aguas cercanas a Cherburgo porque los sudistas estaban en dicha ciudad. Durante
los dos años más de veinte barcos de la Unión habían estado buscando al
Alabama. El barco unionista llegó a aguas territoriales francesas el 14 de junio,
y se dejó ver a las afueras del puerto. El 19 de junio, el CSS Alabama salió al encuentro del barco
enemigo.
El duelo marítimo se prolongó
durante horas y los testigos oculares describen que el Alabama disparó ciento
cincuenta veces sus cañones mientras que su rival lo hizo en cien ocasiones. El
enfrentamiento produjo, al menos, 24 muertos. Finalmente, el barco confederado
se hundió en aguas francesas. Su capitán, Raphael Semmes, consiguió escapar con más de
40 de sus tripulantes hacia las costas inglesas mientras el USS Kearsarge,
seriamente dañado, se retiró del escenario del combate naval.
Las autoridades francesas solo se
pudieron rescatar tres cuerpos. Estos tres marineros desconocidos son los que
están enterrados en Cherburgo. Cada uno de noviembre se les rinde homenaje a
ellos, y a sus compañeros desaparecidos. Uno de los cañones del CSS Alabama fue
rescatado y hoy se puede ver en la Cité
de la Mer de Cherburgo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario