Ha empezado poco a poco, una vez
más, la vieja reivindicación argentina sobre las islas Malvinas a escasas
fechas del treinta aniversario del conflicto que enfrentó al Reino Unido y al
país austral. Primero un artículo en la prensa de aquel país, después un
reportaje, seguidamente un editorial… La guerra, el mayor conflicto aeronaval desde
la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló
entre el 2 de abril,
día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de junio
de 1982,
fecha del cese de hostilidades entre los dos países.
Pero la chispa que ha encendido
la reacción argentina ante esta fecha tan delicada en su historia han sido unas
maniobras militares británicas en la zona en las que está participando el príncipe
Guillermo de Inglaterra.
La elección del calendario de
unas maniobras militares casi nunca es inocente. Hay muchos ejemplos. Los
ejercicios tácticos que realizan conjuntamente las armadas de EE.UU o de Corea
del Sur, y que ponen en estado de alarma a Corea del Norte. O las maniobras que
programó el ejército chino en diciembre de 2011 cerca de la frontera con
Pakistán cuando los EE.UU aumentaron el número de tropas en la zona. O las que
realiza Irán el Golfo Pérsico….
El diario Daily Mail publicó el
pasado 3 de febrero que el gobierno británico iba a enviar a las Malvinas un
submarino nuclear y al HMS Dauntless, el
destructor más moderno de la Marina Real británica. La reacción argentina no se
hizo esperar. El Ministro de Defensa de aquel país, Augusto Puricelli declaró al
día siguiente que, " Me parece que es una
ostentación innecesaria de poder de fuego". Para redondear el tema, la presidenta argentina anunció el
miércoles 8 de febrero que denunciará ante la ONU la “militarización” de las
Malvinas por parte británica.
Como curiosidad, a principios del
mes de febrero el diario británico “The Sunday Times” publicaba un reportaje donde daba los detalles
de cómo tendrían que hacerlo los argentinos
para conquistar las Falklands (como se las conoce en el Reino Unido). Según el experto militar Mike Clapp una
operación de comandos argentinos podría capturar el aeródromo de las islas, un
espacio vital para la defensa y abastecimiento de las islas.
Según este experto, “Un avión de
pasajeros, falsamente pintado con los colores de la bandera de Chile, parte de
Argentina en un vuelo no previsto a las Malvinas. Parece un vuelo comercial
como cualquier otro, pero en su interior viajan fuerzas especiales. Se acerca a
las islas y se dirige hacia el aeródromo de Mount Pleasant, la base de los
cuatro aviones de combate británicos Typhoon. David Cameron (primer ministro
británico) es alertado. ¿Pero se atrevería a derribar un avión de línea
desarmado que, aparentemente, transporta a civiles?”. Según este supuesto, la guarnición
militar británica de 130 soldados sería pillada desprevenida. Este posibilidad tiene en cuenta que el objetivo militar más importante
es el aeródromo de las islas ya que, como reconoce un comandante británico “No
seremos capaces de recuperar las Malvinas si ellos consiguen el aeródromo”.
En 1982 se enviaron dos portaviones
para reconquistar las Malvinas pero ahora el Reino Unido no dispone de ninguno.
Preguntado por este hipotético escenario el general Julian Thompson,
responsable militar de la primera fase del conflicto en 1982 respondió que “Sin
portaviones, hasta el último recluta sabe que es imposible recuperar las
Malvinas”.
El archipiélago de las Malvinas
está formado por algo más de doscientas islas, donde se destacan dos islas
principales: la isla Gran Malvina al oeste, con una superficie
de 4.377 km²;
y la isla Soledad
al este, con 6.353 km².
La habitan unas tres mil personas dedicadas, en su mayoría a la ganadería y
sobre todo a la pesca. Pero el verdadero tema de fondo, a parte de las
reivindicaciones históricas, es otro. El British Geological Survey anunció la
presencia de una zona de exploración de petróleo
de 200 millas alrededor de las islas en 1993, y los primeros
sondeos sísmicos sugieren la posibilidad de reservas substanciales capaces de
producir 500.000 barriles de petróleo por día. Recientemente se han descubierto
cuencas petroleras al sur y al norte del archipiélago.
De todas maneras, en el actual
contexto de crisis económicas y de recortes, es extraño que un país como Reino
Unido gaste millones de euros para enviar sus mejores barcos y submarinos al
otro lado del mundo. O ¿estarán lanzando una advertencia a Argentina? Tal vez sea
esta: ¡los yacimientos de petróleo son nuestros!
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