jueves, 17 de noviembre de 2011

Francia se prepara para el centenario de la Primera Guerra Mundial


Los conflictos armados dejan una huella mucho más profunda de lo que los historiadores o los políticos suelen pensar. Una vez finalizados, pasan los años, y los sentimientos que han generado surgen como por arte de magia. Solo con darse un paseo por los pequeños pueblos de Francia, de Italia o de Gran Bretaña nos daremos cuenta de que sigue en pie algún monumento en recuerdo a los caídos en la I Guerra Mundial. Incluso en ciudades como Venecia o en la estación de tren de Charing Cross de Londres hay placas en la pared con cientos de nombres de los soldados que murieron en alguna de las batallas de aquel conflicto.

Por este motivo, no es de extrañar que Francia esté preparando una serie de eventos para recordar el inicio en 1914 de la I GM. El presidente Sarkozy ha encargado al historiador Joseph Zimet la organización de un programa ambicioso que recibe el nombre de “Conmemorar la Gran Guerra (2014-2020: propuestas para un centenario internacional”. En un reciente artículo en la revista francesa “L’Histoire”, Zimet hace un repaso de las principales citas que se están ultimando.

Según Zimet, adjunto a la dirección de la Dirección para la Memoria, el Patrimonio y los Archivos (DMPA) en el Ministerio de Defensa francés, el centenario del inicio de la Gran Guerra está concebido como un tríptico. La primera parte  se desarrollará en 2014 alrededor de ciertas fechas clave del conflicto. Se iniciará el 28 de junio en Sarajevo, el lugar donde se atentó contra la vida  del archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero de la Corona Austro-Húngara. El programa seguirá el 14 de julio con un desfile en los Campos Elíseos de las tropas de todos los países participantes en esta guerra. Otras fechas señaladas en el calendario serán el 2 de agosto, día de la movilización general en Francia, o el 6 de septiembre, que marca el inicio de la batalla del Marne.

En una segunda fase, las celebraciones se realizarán en los diferentes departamentos franceses que albergaron escenarios bélicos como Artois, Chemin des Dames, o Verdún. La tercera parte de este ambicioso programa se centrará en el armisticio, en los tratados de paz que rediseñaron Europa en 1919, y también fijará su atención en la desmovilización de los ejércitos y en la reincorporación de sus soldados a la vida civil. En el año 2020 tiene previsto Francia finalizar este vasta conmemoración, ya que se celebra el centenario de la inhumación de la tumba del Soldado Desconocido. Será el punto y final de lo que, en palabras de Zimet, es “el evento fundamental del siglo XX”.

viernes, 11 de noviembre de 2011

La nueva estrategia del Dragón


Hace unos días el diario francés “Le Figaro” publicó un artículo donde alertaba de una nueva estrategia comercial de las empresas chinas. Se trata de comprar el derecho a utilizar el nombre de una marca comercial de fabricantes de televisores o equipos electrónicos, en este caso franceses, como Thomson o Alcatel, para introducir en el mercado mundial productos chinos de la marca TCL. De esta manera, la venta de licencias comerciales para poner el nombre de una marca conocida a un producto chino se está convirtiendo en un lucrativo negocio. Según el vicepresidente de TCL Europa, Didier Juin “si Thomson ha perdido una parte de su notoriedad, la marca conserva su capital confianza y continúa su percepción como producto que ofrece una buena relación calidad-precio”.

La estrategia del grupo empresarial chino es sencilla. TCL ha elegido el nombre de la marca francesa para colocar en el mercado sus televisores de gama media, mientras que en la gama alta mantiene su denominación original. Con estas dos marcas, la empresa china ya ha conseguido el 4% de las ventas de TV en Francia. Se trata de un doble negocio ya que, por una parte, TCL ha entrado con fuerza en el mercado francés y europeo gracias al reconocimiento de los compradores de la marca Thomson. Y por otro lado, el propietario de la marca, la sociedad Technicolor, ha encontrado una manera de explotar la licencia del nombre comercial de la antigua compañía de productos electrónicos.

Parece que este camino de comerciar con las marcas para atraer al consumidor no es exclusivo de Francia. La empresa holandesa Philips anunció la pasada primavera la creación de una empresa mixta (en la que tendrá el 30% de las acciones) con la china TPV. El objetivo es fabricar televisores que lleven el nombre de la multinacional europea pero fabricados por la empresa china. La nueva empresa será responsable del diseño, fabricación, distribución, comercialización y ventas en todo el mundo del negocio de Televisión de Philips, con la excepción de China, India, Estados Unidos, Canadá, México y algunos países de América del Sur.

Pero todas las marcas chinas no apuestan por comprar estas licencias occidentales. Las hay que apuestan por crear ellas mismas su propio sello comercial. Es el caso de Haier, propiedad de la empresa Changdong, que exporta a todo el mundo bajo este nombre europeizado.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Blasco Ibáñez superstar


El MUVIM de Valencia dedica una completa exposición que recorre la vida y obra del escritor, político, periodista y aventurero valenciano Vicente Blasco Ibáñez. Un personaje del que todos han oído hablar pero que pocos conocen su biografía llena de increíbles sucesos. La vida de Blasco Ibáñez da para escribir una novela por la cantidad de aventuras que vivió, y que en esta exposición podemos conocer con más detalle.

La dimensión pública de Blasco Ibáñez en su época no se puede comparar con nada. Si viviera hoy en día podría parecerse a una estrella de cine o a un grupo musical de moda. Para comprobar esto último nos podemos detener en la llegada de los restos mortales del escritor a la ciudad de Valencia a principios de los años treinta del pasado siglo. El presidente del gobierno de turno decretó cinco días de permiso para los funcionarios que quisieran ir a su entierro. De hecho, miles de personas se agolparon en el puerto de Valencia para escoltar sus restos hasta el cementerio.

Su final fue digno de la vida que vivió. El escritor basculó entre lo excesivo para la época, y lo apasionado de un idealista que puso en marcha, por ejemplo, una colonia agrícola en Argentina llamada “Nueva Valencia”. Blasco Ibáñez ganó mucho dinero en vida, y también lo perdió todo y se arruinó. Se rehízo gracias a la venta de las adaptaciones de algunos de sus libros a la gran pantalla, concretamente a diversas productoras de Hollywood. El escritor valenciano fue todo un visionario para su época por apostar por el cine como medio de difusión de sus obras, y además, no tuvo reparos en hacer los cambios precisos en sus novelas para mejorar los guiones cinematográficos.

En la exposición se pueden ver los contratos originales que firmó con empresas como la Metro Goldwyn Mayer, que le pagó una fortuna para la época por la compra de los derechos de algunos de sus libros como “Sangre y Arena”, “Mare Nostrum” o “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”. Precisamente, la adaptación de esta última, en 1962 ya fallecido Blasco Ibáñez, reportó a sus herederos más de diez millones de pesetas de la época.

De todos los aspectos tratados en la exposición, se echa en falta el estudio de la relación entre Blasco Ibáñez y la música. Amante de la ópera, el escritor era devoto de la música de Beethoven y de Wagner. De hecho, uno de sus cuatro hijos se llamó Sigfrido, héroe nórdico y protagonista de una ópera del compositor alemán estrenada en 1876. En su novela “Entre Naranjos”, podemos leer una reflexión sobre Beethoven que hace un personaje: “El loco del doctor tenía dos santos: Castelar y Beethoven, cuyos retratos figuraban en todas las habitaciones de su casa, hasta en el granero. Ese Beethoven (por si no lo sabéis), es un italiano o inglés, no lo sé cierto, de esos que se sacan la música de la cabeza para que la toquen en los teatros”.

La exposición es muy recomendable para saber un poco más del personaje valenciano más internacional del siglo XX.